La crisis capitalista tiene consecuencias especialmente graves para las trabajadoras, al agredirnos doblemente: como mujeres en una sociedad patriarcal y como trabajadoras en un sistema capitalista. Tenemos buenas RAZONES PARA LA HUELGA GENERAL:
POR EL PLAN DE AJUSTE:
1.- Se congela la ley de Dependencia y nosotras somos las más afectadas porque estamos resolviendo de forma personal la tarea, que debiera ser social, de cuidar de las personas dependientes.
2.- Se retira la ayuda a la natalidad que percibimos las mujeres.
3.- Se rebajan las pensiones. Nosotras somos las más perjudicadas al tener las pensiones más bajas por dedicarnos al trabajo familiar.
4.- Cuando nos jubilamos, criamos a nuestros nietos y nietas para que nuestras hijas puedan competir en el mercado laboral.
5.- Se reduce los salarios del sector público, sector feminizado porque el empleo en las Administraciones permite conciliar la vida familiar y laboral.
POR LA REFORMA LABORAL y LA REFORMA DE LAS PENSIONES:
1.- La reforma laboral reduce los salarios, aumenta La eventualidad y la precariedad, abarata los despidos (crecerá el paro), aumenta la edad de jubilación, debilita la negociación colectiva y deja el mercado de trabajo peor regulado.
2.- las trabajadoras quedamos más indefensas porque estamos peor organizadas en los sindicatos y tenemos menos fuerza para exigir nuestras reivindicaciones.
3.- Las medidas de ajuste nos golpean más duramente porque tenemos salarios más bajos, tasa de paro más alta, mayor temporalidad y la mayoría de los contratos a tiempo parcial.
4.- La movilidad geográfica y los cambios de horarios unilaterales no son asumibles para la mayoría de las mujeres, al ser incompatibles con las responsabilidades familiares.
5.- Las trabajadoras del servicio doméstico continuarán fuera del Estatuto de los Trabajadores, en un régimen especial de aislamiento y mayor vulnerabilidad a los caprichos de la parte contratante.
6.- Al ampliar el periodo de cálculo de las pensiones de 15 a 20 años, las mujeres salimos peor paradas porque estamos en el mercado laboral en situación de interinidad, entrando y saliendo para criar hijos e hijas primero, y cuidar de las personas mayores después, lo que dificulta la promoción profesional y nos mantiene en puestos no especializados y peor pagados.
7.- Nuestros salarios son un treinta y pico por ciento más bajos a lo largo de toda la vida laboral, por tanto también en la jubilación estamos discriminadas.
Todo esto no sucede por casualidad, así es como nos obligan a conciliar el empleo y la vida personal, así es como el mercado laboral trata a las mujeres para que los empresarios en particular y la sociedad patriarcal en general se beneficien del trabajo gratuito, invisible y despreciado que nosotras realizamos en el ámbito familiar; y para condenarnos a la precariedad y explotación en el ámbito laboral.
POR LA CRISIS CAPITALISTA:
1.- La reducción del gasto público se traducirá en nuevas privatizaciones en sanidad, medicinas, estudios, guarderías, comedores, residencias de mayores y asistencia social, que sufriremos directamente las mujeres porque asumimos mayoritariamente las tareas que antes proporcionaba el estado.
2.- La subida de los suministros, la carestía de la vida, los embargos y los desahucios, resultan aún más estresantes para las mujeres porque somos las gestoras del presupuesto familiar y la economía doméstica.
3.- La violencia patriarcal es inmune a las leyes del gobierno, los Juzgados especiales no resuelven el problema y perjudican la imagen de la mujer, acusándonos ahora de mentiras y denuncias falsas.
4.- La violencia aumenta con la crisis, porque la pobreza, el miedo al paro y los valores agresivos, individualistas y competitivos imperantes en la sociedad capitalista agudizan las relaciones de poder patriarcal.
¿QUÉ DEBEMOS HACER LAS TRABAJADORAS? Nosotras, las trabajadoras, debemos tomar conciencia de que la crisis nos castiga por partida doble, por ser trabajadoras y por ser mujeres en una sociedad capitalista y patriarcal. Sabemos que la solución no puede venir de unos gobiernos que están ahí precisamente para defender los beneficios de la banca y el capital. La solución es organizar la sociedad de forma socialista, para que el bienestar colectivo sea la máxima prioridad política.
LA HUELGA GENERAL es el primer paso en un camino que se hace al andar. Si dejamos que sea el capitalismo el que dirija la sociedad, avanzamos vertiginosamente hacia la barbarie, las crisis periódicas, la pobreza, la miseria y la desigualdad social, el colapso ecológico, las guerras imperialistas, las hambrunas y sequías, las mujeres soportando palizas, agresiones sexuales, doble jornada laboral, no llegar a fin de mes, paradas de larga duración, precariedad laboral, los bancos llevándose el piso… Pero podemos elegir el otro camino: el que nos lleva al socialismo y a la derrota del patriarcado, empezando por la huelga general.
¡¡EL 29 DE SEPTIEMBRE,
NOSOTRAS LAS TRABAJADORAS,
A LA HUELGA GENERAL!!